martes, noviembre 15, 2016

Soy un Ironman



Nunca antes había hecho una crónica de ninguna de mis carreras porque creo que cuando empecé (no hace tanto) no había interés por este deporte tampoco cultura del mismo. Pero conforme han pasado los años la gente se siente muy atraída e incluso escuchan y quieren saber más. Además, desde que dejé el periódico ya no escribo tanto y es algo que me gusta, así que puede que la crónica sea larga...

Han pasado ya unos meses de aquel día tan largo que sabía marcaría un antes y un después en mi, tanto para bien como para mal. El resultado fue para increíble gracias a la preparación y también al apoyo que recibí antes y durante la carrera. Y es algo que queda para siempre.


El primer gran logro de Kaddak <3
Me estrené en triatlón en media distancia (MD: 1,9KM Natación, 90KM Ciclismo, 21KM Carrera) que es la que más me gusta y en la que más cómodo estoy. Creo que es algo con mucho margen de mejora con no mucho entrenamiento. En distancias más cortas, los entrenamientos tienen que ser de mucha calidad y en larga distancia (LD: 3,9KM Natación, 180KM Ciclismo, 42KM Carrera) son muy largos. Por eso aunque me atrajera el hecho de hacer un LD, realmente no lo tenía en mi To Do list.

Empecé a entrenar porque era mucho más divertido hacerlo con un objetivo que simplemente por el mero hecho de mantenerme en forma. Y así se creó la familia Kaddak a quien en una gran parte le debo haber llegado hasta aquí ya que entrar en este mucho rodeado de mis amigos ha sido algo increíble. Y los lazos que surgen del sufrimiento en común (tanto deportiva, laboralmente o como en la vida) son los más fuertes.

De manera que tuvo que ser un concurso en Facebook con la participación de muchos de mis amigos los que consiguieran que me animara y consiguiera una inscripción que de por sí ya es cara (815CHF, 760€).

Con estos apoyos conseguí el dorsal
Lo único que puedo decir a cada una de las personas que dieron click al comentario: GRACIAS. Y esta aventura es en parte vuestra.

Equipación

Ok, inscrito. Siguiente punto: comprarme de una vez una bicicleta de carreras más curiosa. Llevaba 3 años con una BH de aluminio que compré de segunda mano a la que tengo bastante cariño pero que no me vendría muy bien para el IM ya que al ser la peor disciplina para mi, quería llegar lo menos perjudicado posible a la carrera a pie. Llevaba unos meses echandole el ojo a una tienda online en UK por recomendación de del hermano de Mike y un día llegó la oportunidad que estaba esperando: Se llamaba  EC-130E Aero road. Cuadro de carbono, ruedas con un poco de perfil, precio asequible y nada llamativa. No quería una bicicleta de contrareloj porque prefiero que sea polivalente ya que la utilizo para todo tipo de salidas y no sólo para competir en triatlón.

Las zapatillas no eran ningún problema, pero llevaba tiempo con ganas de pasarme por la tienda donde trabaja María   Asics Flaship Store (Madrid) y pillarme mis primeras Asics. Después de probar las Noosa y descubir lo poco que me gustan (demasiado rígidas y poca ventilación, cayeron unas Gel-DS trainer 2. Pese a que sacaba entrenamientos con ellas, no conseguí tener una confianza plena como la que tengo con Adidas (ya 2 años con esta marca). Decidí ir al IM con las Boost 2 que siguen amortiguando perfectamente y guardandome las nuevas para la próxima temporada. Lo siguiente el entrenamiento.

Preparación

Mi objetivo era sólo disfrutar de la carrera y terminar, por lo que opté por alargar las sesiones que suelo hacer de MD y seguir mejorando en bicicleta que es lo que peor llevo. Estuve revisando algunos planes de entrenamientos para hacerme una idea del volúmen que debería alcanzar y me sorprendí que no era mucho más de lo que ya hacía. A su vez esto me daba algo de incertidumbre pero esto es la parte divertida de preparar algo así.

Las salidas con la MTB también cuentan
Mientras todo esto sucede lo vas comentando con amigos, compañeros y familia. Y todo el mundo sin saber lo que ya entrenabas antes o lo preparado y experimentado que seas realmente, te dice que es una locura. Que lo es, pero para mi anteponerme mentalmente a esos comentarios fue lo más difícil de todo esto. Comentarios severos de gente de confianza me marcan bastante y hasta me hacían dudar en algunos segundos. La parte mental es la más importante y tienes que tener muy claro que vas a llegar hasta el final.

De alguna manera según salían los entrenamientos en bici, las tiradas largas de natación y carreras de trail, el cuerpo hacía tranquilizar a la mente y a darme hechos que se antepusieran a esas palabras que escuchaba cada semana.

Días previos


La semana del IM (18-24 de Julio) fue una fiesta de triatlón total en Zürich. Por la calle a cualquier hora veías gente entrenando con sus bicicletas o corriendo. Todos los clubes de triatlón tenían organizadas salidas de reconocimiento y de calentamiento para el recorrido del fin de semana. No sólo habría LD, sino también Olímpica (OD), Sprint (SD) y por relevos, lo que implica a una cantidad bastante grande de atletas. (1583 LD, 1034 OD, sobre 400 SD y 233 equipos).

En cuanto a mi situación de los días previos era la típica en estas situaciones: Noches en las que es difícil conciliar el sueño y durante el día obsesión con la meteo. Durante un IM hay mucho tiempo para que ocurra cualquier cosa (lesiones, averías, imprevistos) y para mi la meteo iba a ser algo que marcaría las sensaciones durante el día. La temperatura del lago también era importante porque marca si la natación se hace con o sin neopreno. A mi me gustan los dos tipos de natación, pero que fuera con neopreno me subiría un escalón de tranquilidad al ser siempre más llevadero.

El jueves abría la ciudad IM que montaron en Landiwiese: Recoger el dorsal, pasar por la feria, hacerse fotos con la ansiada meta y también cenar son la parte más deseada de esa semana de tappering. Imaginar cómo sería todo aquello lleno de gente esperando la llegada el domingo era muy inspirador y emocionante, de verdad. Pero a la vez los nervios estaban en el aire. Sobretodo para mi amigo Duhan, quien al día siguiente (sábado) se estrenaría como triatleta en distancia Olímpica sin mucho tiempo de entrenamiento específico de triatlón, lo que lo convertiría en una auténtica aventura.

Y así fue! Pasé todo el día en Landiwiese esperando ver qué tal llevaba la cara y también pensando en el día siguiente. Las transiciones son el momento de ver cómo van las fuerzas y donde los músculos hacen notar la falta de experiencia pero aún con todo llegó al sprint en la meta. No siempre se tiene el placer de asistir al nacimiento de un amigo tuyo como triatleta y es muy emocionante. Mi otro amigo Iván, con más experiencia, también terminó aunque este año no ha podido entrenar tanto como le habría gustado. Seguro que el año que viene empieza antes a hacerlo :)


Todo el día de pie de un sitio para otro no es lo más indicado para el día antes de la competición pero el compartir un día así con tu gente, que todo les salga muy bien y que de paso te enteres que al día siguiente nadas con neopreno (bien!) lo convierte en redondo. Esa misma tarde se hace el checkin de la bici y reconocimiento de la zona de transición. Es muy importante visualizar dónde está tu sitio y cómo se va a acceder a él desde las distintas entradas y salidas de transición. Antes de meterme en la cama reviso todo el material y lo dejo listo que toca levantarse bien tempranito!

Día IM

El Sol casi da la salida
A las 4 de la mañana estaba desayunando. En ese momento, no eres muy consciente ni de la hora que es, ni de lo oscuro que está fuera. Lo que quieres hacer es empezar YA. Aquí viene el único "fallo" que tuve, ya que pese a saber que tenía que hacerlo, decidí no hacerme sandwich para comer y confiar en alguna fruta en la transición y en las barritas/geles y demás sólido que pudiera pillar en la carrera a pie. Duhan y su madre nos recoge a Adri (otro amigo español y futuro IM) y a mi ya que a esa hora no hay medios de transporte públicos funcionando. Aquí nos salvaron la vida!


Al llegar de nuevo a Landiwiese ya se nota el ambiente entre los atletas. Incluso este es bastante distinto al que se puede apreciar comparado con otros triatlones. Mucho más solemne, caras mucho más serias y silencio ya que al ser tan temprano no pueden poner ambientación. Lo único que se escucha son las bombas de las bicicletas, algunos saludos y las bolsas donde la organización te permite meter el material de las transiciones. Yo opté por cambiarme de ropa para cada deporte para ir más cómodo, no me iba a importar en absoluto que las transiciones fueran largas.
El comienzo
Ya con el neopreno puesto vuelta a revisar que todo esté en las bolsas y camino a la línea de salida. Me lo tomé con tanta tranquilidad que iba muy justo para llegar, sin mucho tiempo de hacer cola y ya todo el mundo en su cajón, buena señal. Allí ya me encuentro con algunos amigos y juntos esperamos a la salida, momento en el que los participantes se animan y se rompe con toda la solemnidad para saltar decididos a hacerlo. Empieza a amanecer y las vistas del lago no tienen nada que envidiar a cualquier otro IM. Imposible no querer saltar a nadar esos 3,9 KM.

Mientras nos dirigimos a la salida conforme van saliendo los atletas, yo intento buscar a Duhan que estaba por ahí animando, pero con el gentío es difícil verlo, pero sabía que estaría en un buen sitio seguro. Y así fue, ya apunto de salir, lo veo subido a unas plataformas justo delante de la salida, unas vistas privilegiadas. Le aplaudo por estar ahí en ese momento tan importante y comienzo a nadar. Son las 6:54 y la salida en intervalos hace que todo sea menos furioso y más tranquilo, cosa que viene bien para los que son principiantes y que no están acostumbrados a recibir golpes y a orientarse en la natación. Pero a su vez, esto hace que pierda lo que para mí es el momento más único del triatlón (la salida conjunta) aunque ese día sólo quería tranquilidad, el crono no importa.

El recorrido de natación era nuevo este año para dar paso a una vuelta en forma de T de casi 4KM que minimiza los giros y las maniobras de adelantamiento. Lo único malo para mí fue la distancia entre las boyas que hacía difícil ver la siguiente para orientar las brazadas. Me doy cuenta de esto en el primer giro a izquierdas donde hago una recta hasta que me doy cuenta de que estaba nadando
solo. Cambio la dirección y decido desde ese momento en levantar el cuerpo al mirar hacia adelante con una brazada más fuerte que me permite sacar toda la cabeza del agua para tener la referencia de la siguiente boya.

El resto de la natación sin problemas, algún codazo en las gafas, muchos adelantamientos, drafting a algunos nadadores pero ha sido la natación que más he disfrutado en un triatlón. Que fuese tan larga y tranquila me gustó mucho, porque normalmente es muy frenético y tienes que estar corrigiendo constantemente con respecto al resto de nadadores que se te pegan, se desorientan y te empujan. Incluso el cuello, al que tenía algo de miedo de que se me cargara respondió perfectamente. Aquí es muy importante aprender a respirar por los dos lados para distribuir los giros (si no lo hacéis, apuntaros el triconsejo). Al final 1:17:55, 2 minutos menos de lo estimado.

Al terminar la natación, estoy contento. Ya ha pasado la primera parte y conforme te vas acercando a la zona de transición te vas dando cuenta que la bici va a ser larga. Me cambio y como algo tranquilamente. En la caseta comentas con el resto de atletas con los que coincides en que ha sido una natación para disfrutar. Coges la bici y a empezar a pedalear. Allí está Duhan quien me da los últimos ánimos antes de empezar con un circuito no demasiado exigente de dos vueltas de 90KM y un par de pendientes.

Es imposible no sonreir en la Hearbreak Hill
El clima es perfecto y me tranquiliza porque para mi era básico no sufrir en la bicicleta a causa del calor que también deshidrata y lo hace todo más difícil. Aquí es donde empiezas a pensar en lo que te queda, en lo que te ha llevado hasta ahí (entrenamientos, conversaciones, preocupaciones) y de vez en cuando se te ponen los pelos de punta. Pero de la misma manera, eres consciente de que queda muchísimo tiempo en el que puedes tener cualquier problema que te deje fuera de la carrera, por lo que no puedes dejar que la emoción te embriague.

Cuando vas en la bicicleta es el momento de comer. Habría sido mucho mejor que tuviera preparado un sandwich que aportara bien de hidratos y alguna proteína sólida, pero mi estrategia residía en semi líquidos. Cada cierto tiempo me forzaba a comer y a beber sorbos y me iba bien. Tuve un par de problemillas con la bici que me hicieron parar, pero nada serio.

Para resaltar, la conocida como "Heartbreak Hill", una pequeña colina en el centro de Zürich que durante el IM se convierte en una etapa del Tour, donde cientos de personas se congregan para animar a los ciclistas, un ambientazo. Es el mejor recuerdo que te queda de esa disciplina y te da fuerzas para empezar la segunda vuelta al circuito. También te da fuerzas pasar por delante de amigos como Mike y Zoe que aunque los veas menos de un segundo sabes que están ahí apoyando, más piel de gallina.  Después cuando subes "The Beast" por segunda vez es cuando notas los kilómetros en las piernas. Aquí es importante haber tenido cabeza en el largo llano en las dos vueltas y donde puedes pagar el precio de haber ido por encima de tus posibilidades.

Bajando de la bici sin ninguna molestia
Termino el sector en 6:47 horas y al llegar a la T2 y bajar de la bicicleta noto que las piernas están perfectamente. Además tengo a mis amigos justo en la entrada de la transición muy interesados en ver qué tal estoy de cara a empezar con la maratón. Les digo que muy bien pero que todavía queda tiempo. Mientras me voy cambiando voy haciendo checkeo de daños y tampoco tengo dolores en el cuello que en las tiradas largas es normal que tengas algo. Como otro poco, saludo a Sandra que estaba en la transición como voluntaria  y salgo listo para terminar con esos 42KM "llanos" en un circuito de 4 vueltas por todo el centro de Zürich.

En ese momento me enfrento a una sensación completamente nueva: Me da pereza hacer el maratón. Físicamente sé que puedo hacerlo, pero nunca antes lo había visto como algo tan aburrido y monótono. Mi objetivo era hacerla en 4 horas y la idea de estar todo ese tiempo corriendo me pesó bastante durante la primera vuelta. Pero no suponía ningún problema, porque tampoco tenía otra cosa mejor que hacer en esas 4 horas! De hecho, empiezo a correr los cuatro primeros kilómetros en un ritmo de unos 5:15-20 sin apenas esfuerzo. Ya ahí me arropan como lo hacen durante esas 4 horas Duhan, Iván y Jorge con sus bicicletas y sus comentarios. Fue algo inolvidable. Prácticamente me llevaron en volandas es un sector en el que lo más difícil es mantener la cabeza motivada y apartada de la idea del tiempo que tienes por delante.


También me ayudaba ver que casi la mayoría de la gente hace la carrera andando al menos durante una gran parte y verme capaz de adelantar a tanto "zombie" me da alas. Pero en el kilómetro 5 me vuelve un dolor familiar que desde que hice el Astromad no sentía. Es una molestia aguda en las rodillas que me impide seguir a ese ritmo y sabía que tendría que bajar la velocidad para calmar ese dolor. Así que subo a lo que me permiten ir, alrededor de 6:20 m/K, lo que pone una losa más a la carga mental de tener que hacer la carrera aún más despacio. Y por si fuera poco, desde el comienzo de la segunda vuelta, empiezo a pagar la decisión de no haber hecho un bocadillo y de llevar 10 horas a base de geles y barritas: El estómago se empieza a resentir. Aquí es donde empieza para mí el Ironman, así que tocaba a subdivir la carreras en sectores de 10K y pensar en cada momento en el sector en el que estás. Pero aún así sigo muy bien arropado, incluso desde España me llegan los consejos de Joselu:


Cada cierto tiempo, tengo que hacer uso de los baños con la consiguiente pérdida de ritmo y líquidos por lo que tengo que seguir intentando comer y beber de alguna manera, aunque sé que no me va a sentar 100% bien. Además en una parte del recorrido por Chinagarten pasamos de carretera a gravilla cosa que a mis rodillas no le hacían mucha gracia (la pisada desliza en la gravilla y esto es lo que me sienta aún peor) pero me cruzo con Adri al que veo muy bien y también me anima ver que ya lo tiene.

Lo mejor de todo esto es la posibilidad de correr por todo el centro de Zürich rodeado de la gente, el ambiente que se respira al estar todo el mundo en los alrededores del lago y con una temperatura agradable. Los kilómetros van cayendo uno a uno y mis sensaciones no varían. El pensamiento de ser finisher no está tan presente como sí lo estaba en la bicicleta. Tengo que gestionar todas las sensaciones que tengo y dirigirlas hacia la meta por lo que "vivo el momento".


Parece mentira pero es así cuando al cabo de 4:20 y unos 700 metros para la meta cuando veo que ya está hecho. Escuchas de fondo el griterío y al speaker dándo la bienvenida a cada uno de los finishers con el clásico grito de: "Welcome, you are an Ironman". Es el auténtico momento para disfrutar. Al pisar la alfombra roja ya bajo el ritmo y no termino con el clásico sprint, sino que disfruto de cada metro, de cada grito, del gran recibimiento que la organización de Ironman tiene tan trabajado con sus animadoras y todo. Y sobretodo a mis amigos al fondo de la meta tan emocionados como yo, imposible no llorar. Nos fundimos en un abrazo y el reloj se para en 13:07:47.




Después de pasar la meta y descansar un poco, hay que empezar a reponer y de volver a casa. No sabes qué pensar, sólo que por fin ya puedes relajarte, y respirar tranquilo. La organización de IM tiene una bienvenida a base de Erlinger sin alcohol, Redbull, fruta y bollos que hace que poco a poco recuperes parte de lo perdido (en mi caso, según el Garmin unas 10,270 calorías, lo equivalente en mi caso a 3,3 días de ingesta calórica). Masajes gratis y unas buenas duchas hacen que te vuelvas a meter en tu papel de vuelta al Mundo. Y es cuando empieza lo peor del IM: Recoger todo y volver. Más que nada porque lleva un tiempo, estás cansado y sólo tienes ganas de pillar la cama.

Cruzas tu felpudo, cierras la puerta tras de tí y ahí es cuando sientes lo que has conseguido desde que te levantaste de madrugada. La cama espera pero antes como un poco más y dejo preparada comida para excursiones nocturnas.

El momento del año
Ya intentando conciliar el sueño noto una sensación ligera como de fiebre pero tan leve que no le doy importancia. Durante la noche sigo teniendo la misma sensación que confirma que tendré algunas décimas. Pensé que habría cogido frío en algún momento, pero lecturas posteriores dan con la respuesta en un magnífico y recomendado artículo sobre Consecuencias físicas de competir en un ironman (en una web de la que poco de lo que se publica se salva). Aquí se explica sobre lo que no es tan obvio, de cómo este esfuerzo afecta al sistema inmunológico. En mi caso, al día seguiente estaba en la oficina, así que no fue para tanto en ningún caso.

Un tiempo después ya puedes levantar un poco la mirada (en mi caso fue después del X Triatlón de Plasencia dos semanas después del IM) y mirar hacia atrás para ver lo conseguido para pensar en lo que viene delante. En mi caso, no demasiados eventos deportivos por diversos viajes, pero al menos mantener el nivel y con un poco menos de planificación intentar encontrar de nuevo la chispa para quizá volver a intentarlo.


Este es el vídeo que de siempre me ha inspirado en cualquier momento malo durante mucho tiempo. Es genial ver que ya formas parte de esa gran familia que forma cuando has hecho un IM y que tú también tienes un pedazo de esa historia en tu vida:





PD. El vídeo propio vendrá espero que no dentro de mucho.

Vuelvo a España // I'm coming back to Spain

(English version below) Dejo Zürich que ha sido mi hogar por los últimos 6 años . Esto es un post alegre aunque inevitablemente me sienta ...